Proyectos modernos y universales: conozca los tres museos del Louvre
Un museo único. Es con ese concepto que se inauguró el Louvre Abu Dabi. Con el objetivo de crear un alcance cultural incomparable entre dos países (uno occidental y el otro del Medio Oriente de cultura árabe), este es el primer museo universal de los Emiratos Árabes. Ofrece un mix de culturas posicionando lado a lado obras de diferentes continentes, sin embargo, del mismo período. Posee un acervo antiguo y contemporáneo de interés histórico y sociológico de todo el mundo.
El proyecto, firmado por el vencedor del premio Pritzker Jean Nouvel, tuvo como directriz principal enfatizar la unión de un encuentro raro. El arquitecto trabajó con base en un importante elemento de la arquitectura árabe, la cúpula, que tiene 180 metros de diámetro y está hecha con un material perforado que proporciona diferentes focos de iluminación natural.
Es una “ciudad” sobre el mar en forma de museo, distribuida en 55 edificios individuales con 23 galerías. Uno de los proyectos más innovadores construidos en los últimos tiempos, la obra tiene como objetivo valorizar la conexión del mar con la luz, invitando al visitante a descubrir sus diferentes edificios.
El segundo museo del Louvre (y el primero “fuera” del Palacio del Louvre en Paris) está localizado en una ciudad en el norte de Francia, Lens, y lleva el mismo nombre. Inaugurado en 2012, fue firmado por el estudio de arquitectura japonés SANAA (Sejima, Nishizawa and Asociates).
La idea de crear una filial del museo fue útil también para ayudar a la revitalización de la ciudad. Con un proyecto localizado en un terreno de 20 hectáreas, fue distribuido en 360 metros de ancho y 28 mil metros cuadrados. Los tejados, así como la fachada, son parcialmente de vidrio, reflejando y posibilitando la levedad de la luz natural.
El edificio tiene una propuesta de integración con el paisaje, sin contrastar de manera negativa con su entorno. El material destacado es una piel de aluminio pulido, utilizada tanto en la parte externa como en el interior.
La superficie refleja y desenfoca a quien está ante ella, recordando las salas de espejos localizadas en el Palacio de Versalles y creando una integración mayor del individuo con las obras expuestas. La piel de la edificación trae un mensaje sobre la comprensión del mundo contemporáneo debido a la nitidez desenfocada en contacto con las obras antiguas.
El original, localizado en el Palacio del Louvre, está en el tope de la lista de museos más frecuentados del mundo. Es aquí donde se puede visitar la Monalisa y la Venus de Milo, entre otras obras extraordinarias que atraviesan ocho mil años de historia.
El edificio está fragmentado en nueve departamentos, disponiendo de un acervo con más de 380 mil piezas y exhibición permanente superior a las 35 mil obras de arte.
La pirámide, el famoso símbolo del museo, fue diseñada por el arquitecto chino Ieoh Ming Pei en el centro del palacio y demarca, en los días actuales, el acceso principal.
Son tres kilómetros de galerías abiertas al público, una verdadera caminata de inmersión en la Historia.
¿Qué le parecieron las nuevas propuestas de Museo del Louvre? La globalización nos permite una conexión mayor entre “diferentes mundos”, encuentros de culturas y posibilidades de aliar una arquitectura moderna a los elementos del pasado.
¡Utilizar un edificio contemporáneo para exponer obras de arte es, con seguridad, un contraste fascinante! Al mismo tiempo, el Palacio del Louvre será siempre nuestro mayor contador de historias. Au revoir!