Cuando imaginamos la imagen del California Dreaming, que inspiró tantas historias, músicas, vidas, canciones y deseos, nadie mejor que el artista David Hockney para retratar el verdadero espíritu West Coast en sus colores, texturas y formas más vívidas.
La retrospectiva del artista en exhibición en el MET, en Nueva York, en conmemoración a sus 80 años, nos lleva de vuelta a los años 60, cuando Hockney se muda de la Big Apple a Los Ángeles y queda encantado con el nuevo estilo americano, donde las formas modernistas les dan vida a las casas y los tonos de azul piscina juegan con las luces del cielo y el verde de la naturaleza.
En paralelo, en el MoMa, por primera vez, una retrospectiva de la brasileña Tarsila do Amaral y su universo único que formó el movimiento más icónico del arte brasileño en el siglo XX: la antropofagia. Movimiento de vida corta que surgió en los años 20 y terminó junto al romance de Tarsila con Oswald de Andrade. Pero que tuvo una sobrevida en los años 70 por la mirada de Caetano Veloso y la troupe de la Tropicália, y aún hoy se percibe en el Carnaval y en el modo de ser de los brasileños.
Ambos artistas tuvieron la sensibilidad de traducir sus eras e historias con una habilidad de capturar el zeitgeist (expresión alemana que significa “espíritu de la época”).
Siempre que alguien quiera ver la California modernista o el Brasil antropofágico, el trabajo de ambos habla más que las fotografías y las historias. Él refleja el tiempo.
En la galería, imágenes de detalles de las obras que exponen los colores y formas que viven en nuestro imaginario e inspiran el design y el arte en los días de hoy:
