Los casi 30 años de carrera no le opacaron el brillo en la mirada a Giovani Bonetti al hablar de la arquitectura, la cual entró en su vida, de cierta forma, por influencia del bisabuelo italiano, paisajista y autodidacta. “En verdad, él era un jardinero un poquito más sofisticado”, bromea el arquitecto, también graduado en Derecho, natural de Florianópolis y de espíritu inquieto. Ya la búsqueda constante por lo nuevo, según él, es herencia de los padres viajantes que, a bordo de un motor-home, llevaban a la familia a conocer todo Brasil.
El inicio de la charla con Bonetti es suficiente para entender al profesional dinámico y multifacético que es, siempre involucrado con cuestiones institucionales de representatividad de la clase, sea como director del IAB o presidente de la ASBEA, y socio de dos estudios. Mientras MarchettiBonetti + Arquitectos está orientado a la arquitectura residencial, de interiores y comercial, el ARK7 Arquitectos focaliza en la arquitectura inmobiliaria y de proyectos urbanos. “Las vertientes son bien diferentes, pero, independiente de eso, es impresionante cómo conseguimos apasionarnos y trabajar con motivación en todas las escalas”, reflexiona.
Trabajo en familia
Antes de contar más de su historia, Giovani Bonetti insiste en mencionar a su colega de graduación, esposa y socia: “¡En mi trayectoria, nada habría acontecido sin que Taís (Marchetti Bonetti) estuviera junto!”. Unida desde los tiempos de facultad, la pareja se graduó en el mismo año y, enseguida, partió hacia una aventura fuera del país, en la Isla de Malta y en Barcelona, donde trabajaron en estudios de arquitectura y conocieron a un grupo de extranjeros con quienes mantienen la amistad hasta hoy.
De vuelta a Brasil, Giovani y Taís no demoraron mucho en montar su propio estudio, el MarchettiBonetti + Arquitectos. Con las vidas familiar y profesional tan entrelazadas, él asume que no es una construcción fácil y que debe hacerse con mucho cuidado. “Tenemos un código que es intentar no llevar hacia dentro de casa las cuestiones del trabajo”, explica él, que resalta además la ventaja de que el estudio tenga un formato que posibilita la actuación de cada uno en áreas distintas: “Taís trabaja sólo con interiores y yo con arquitectura comercial y residencial. Entonces, cada uno tiene una autonomía que da el equilibrio necesario”.
El éxito de la relación con clientes y socios
Para Bonetti, además de la empatía, equilibrio es lo que no falta tampoco en la relación con los clientes. Por esa razón, MarchettiBonetti + Arquitectos está implantando una taller de design thinking, una especie de prototipo del proyecto con la participación activa del cliente ya en las primeras decisiones. “En el momento del taller, conseguimos entrar en acuerdos muy fáciles y es ahí donde vemos cuán sinérgico e importante es el trabajo”, garantiza el arquitecto.
Con los socios, la empatía también debe predominar, y fue eso lo que llevo a Giovani y a Taís, apenas graduados, a “vivir” en el showroom de Portobello para especificación. “Los productos, la forma como la empresa se presentaba en el mercado, todo tenía mucha sintonía con nosotros”, recuerda Bonetti que pasó años atento a los stands de la marca en ferias y eventos sin siquiera imaginar que, en un futuro breve, ganaría hasta premios con el trabajo de arquitectura efímera realizado con Portobello:
Nuestra relación es bastante cercana por la empatía y conducción de los valores, orientados siempre hacia la innovación. Entonces, es casi un caso de amor”.
Giovani Bonetti comenta con orgullo el primero año en el que trabajó el nuevo modelo de las tiendas Portobello Shop con derecho a un premio de la Asociación Brasileña de Merchandising. “Ganamos como Mejor Proyecto de Franquicia de Brasil, con Havaianas en segundo lugar, por ejemplo. Entonces, ¡fue genial!”, vibra el arquitecto. 2017 no fue diferente: a través del proyecto de Portobello Shop de São José (SC), Giovani y Taís salieron del concurso técnico del Núcleo Catarinense de Decoración con nada menos que cinco trofeos. “Eso no nos trae vanidad, pero sólo fortalece que estamos en el camino correcto, porque hasta podríamos estar en una curva descendente después de 28 años de camino, pero no. ¡Todavía estamos produciendo buena arquitectura!”, conmemora.
Proyectos e inspiraciones
Si la lista de trabajos emblemáticos del arquitecto es extensa, destacándose los proyectos del Hotel Sofitel, primer cinco estrellas de Florianópolis, del Parador Internacional P12 y de la Mercadoteca de Curitiba, los que están por venir no se quedan atrás. “Uno que a mí me parece importante para la ciudad y en el que estamos involucrados, a través de ARK7, es el proyecto del parque a orillas del mar que tiene una marina. Ese es un proyecto que me gustaría mucho que la ciudad pudiera disfrutar. Para eso, obviamente, se necesita voluntad política, intereses colectivos que no dependen tanto de nosotros. Nosotros vencimos el concurso de ese proyecto y, ahora, está en la pauta del área pública para motivar a algún inversor a ejecutarlo. ¿Imaginan tener un parque a orillas del agua dentro de un área ya consolidada? ¡Eso sería un gran sueño!”, vislumbra Giovani.
Según él, el trabajo siempre debe estar más en la escala de las ciudades y de los usuarios, pensamiento que lleva al profesional a admirar y a inspirarse en la arquitectura dinamarquesa: “La forma con que ellos encaran la arquitectura, trayendo un poco más lo colectivo, con abordajes dinámicos de herramientas que involucran al mayor número de personas para tener la garantía de que el producto final de la arquitectura va a ser compatible con sus usuarios, va a tener una relación coherente con la ciudad, hace que, en ese punto, mi mirada se oriente bastante hacia ellos”. Por esa razón, nombres como BIG y Zaha Hadid, incluso con la fuerza que tienen en el universo de la arquitectura, no llegan a inspirar a Bonetti. “Es todo muy espectacular, y no me gustan los arquitectos espectaculares. Claro que, al mismo tiempo, es importante que existan esas estrellas para que el mundo preste atención al poder de la arquitectura y todo lo que puede ser hecho al aliarla a la tecnología”, concluye.
Vea las imágenes del proyecto Marina a la orilla del mar en Florianópolis: